Descubren por qué algunos ruidos pueden interrumpir el ciclo del sueño
Eliana Galarza
Despertarse antes de tiempo es horrible. Lo que se sabe es
que eso puede ocurrir, por ejemplo, porque durante las horas de sueño un
ruido inoportuno provoca una interrupción del ciclo. En el Instituto Max
Planck, de Alemania, intentaron averiguar las causas de ese fenómeno. Y
encararon una investigación fascinante.
Para hacerla utilizaron
voluntarios y la combinación de dos técnicas, la de resonancia magnética
funcional, que toma imágenes del cerebro en distintos momentos para registrar su
actividad, y la de electroencefalogramas, que miden las ondas eléctricas de
regiones cerebrales. Lo que vieron fue que una de las etapas del sueño, conocida
desde hace tiempo, puede dividirse en dos (Ver infografía) y, en una de esas
subdivisiones, la corteza cerebral reacciona ante el estímulo de un ruido
y la otra ni lo registra. Ahora resta saber de qué modo eso podría afectar
la calidad del sueño.
"Lo que encontraron estos investigadores en Munich
es que la etapa del sueño que se conoce como MOR (movimientos oculares rápidos,
o REM, según su sigla en inglés) puede a su vez subdividirse en otros dos
estados: uno en el cual la corteza cerebral se activa frente a un ruido (aunque
éste no se vuelva consciente) y otro en el que el cerebro es 'sordo' a ese
estímulo", puntualiza Diego Golombek, biólogo y experto en cronobiología, la
disciplina que estudia los vaivenes del reloj biológico humano.
Golombek
también señala un detalle que tuvieron que ajustar los investigadores del Max
Planck. "Tuvieron que adaptar un electroencefalograma que fuera compatible con
el registro de imágenes cerebrales", comentó el cronobiólogo argentino de la
Universidad Nacional de Quilmes.
Al neurobiólogo Facundo Manes —director
de los institutos de Neurología Cognitiva (INECO) y de Neurociencias de la
Universidad Favaloro—, también le sorprendieron las técnicas utilizadas en el
instituto alemán. "El experimento es interesante porque combina dos técnicas
para explorar el cerebro en forma simultánea. Por eso pueden demostrar una
activación talamocortical durante la estimulación acústica en lo que se conoce
como fase tónica del sueño MOR o REM", explicó.
Con esta combinación de
técnicas de estudio y con el interés constante que existe sobre un tema del que
nadie escapa: dormir, las investigaciones sobre el sueño avanzan con paso firme.
Aunque muchos de sus misterios continúan todavía inexplicables al
detalle.
Con lo que se sabe hasta ahora, se puede definir al sueño como
un proceso que no es parejo ni uniforme. Golombek lo explica así: "A lo
largo de la noche pasamos por diferentes estadíos con propiedades muy distintas.
Basado en una de una de esas características (el movimiento de los ojos) se
habla de dos grandes divisiones del sueño: MOR o REM y no-MOR o no-REM). Esta
última es también conocida como la de sueño lento, por la velocidad de las ondas
cerebrales mientras transcurre. En la etapa MOR, si se despierta al durmiente,
suele contar que 'estaba soñando'. Durante la etapa no MOR se sabe, además, que
el cerebro no reacciona frente a un estímulo porque ese proceso está inhibido.
Lo que falta saber es qué pasa con ese tema en la etapa MOR, y de eso se ocupó,
en parte, este estudio alemán".
De todas maneras, las personas no tienen
las mismas características en el dormir, eso también está determinado
genéticamente.
Según comenta Norberto Kriguer, director del Centro de
Fatiga Crónica y Medicina del Sueño,
"unos tenemos el sueño más
superficial que otros, por lo que es más fácil que algunos ruidos nos
despierten. En las mujeres se produce un cambio luego de tener hijos; eso
hace que su sueño sea más superficial, ya que aumentan su nivel de alerta para
poder escuchar los requerimientos nocturnos de sus hijos (aunque a veces son los
padres quienes se despiertan primero)". Es decir, agrega Kriguer, que para que
un determinado ruido despierte influyen muchos factores, desde las
características personales y habituales del dormir hasta los elementos que
estuvieron en juego durante el día, como el estrés, el grado de cansancio y
también la alimentación.
Neuronas auditivas, en alerta
Claves del buen dormir
Para asegurarse un buen descanso, lo primero es no crear malos hábitos que puedan dificultar o impedir el sueño. Esto significa tener una higiene adecuada del buen dormir: